martes, 3 de abril de 2018

GENTE.


Existen en este valle de Ribas número no escaso de habitantes que los natales de aquí llaman "nanus", enanos. Su estatura por lo que pude comprobar está en torno a los cuatro pies, o sea, metro diez o metro y quince centímetros. Buen número de éstos padecen paperas, fenomenales. Se dice en estas tierras que los manantiales de las montañas de las que beben tienen arsénico, y eso les inflama los "golls", y convierte a estos infelices en cretinos.

 Tienen las facciones muy carnosas, y su carne es fláccida, descolorida, parece como que no tienen nervios, y de aquí que se les forme multitud de arrugas, aun en los primeros años de su vida. Concurre a dar un aspecto extraño de estos nanus su boca grande, con sus labios excesivamente carnosos y belfos que cubren sus largos y fuertes dientes, entre los que sobresalen mucho los caninos. Cual si la saliva fuera en ellos sobrada, siempre los llevan húmedos y, diría mejor, llenos de babas, que es lo que para mí al menos los hace del todo repugnantes. Sólo se unen entre sí, y de aquí  que conserven pura la raza y de que cada día vayan siendo menos en número.

Viven en general abandonados, cuidan del ganado especialmente porcino y duermen en corrales con forraje por cama y por abrigo; machos y hembras haciendo en algunos lugares vida común, cometerán sin duda inconscientemente y con la mayor desazón todo tipo de bestialidades y actos sexuales. A los menos idiotas se los dedica a pastores y ganaderos. Beben agua de la fuente de la Margarideta, viven en malas bordas, no observan ninguna prescripción de higiene, su instrucción es casi nula y carecen por completo de ninguna otra educación que la del Padrenuestro, encontrándose dominados por dos vicios: el egoísmo y la lujuria.

Saben cómo se llaman, pero a duras penas recuerdan los nombres de sus padres o el de la población dónde viven. No conocen los números. Son dóciles, embrutecidos e interesados ya que, aunque muchos tengan medios para vivir, piden limosna de una manera mecánica.

La Vanguardia, 21.08.1886.

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