lunes, 28 de agosto de 2017

CHANSON DE CRAONNE.


Adiós a la vida, adiós al amor,
adiós a todas las mujeres.
Se acabó, y es para siempre
esta guerra inmunda.


Es en Craonne, sobre la meseta,
donde nos agujerean el pellejo.
Porque todos somos condenados,
somos los sacrificados.


Al cabo de ocho días, 

cuando se termina el descanso,
nos devuelven a las trincheras;
nuestro puesto es tan necesario.


Por fin, en la noche y el silencio,
vemos a alguien que se acerca.
Es un oficial cazador que camina,
que viene a relevarnos.


Dulcemente en la sombra, 

bajo la lluvia que cae,
nuestros pobres reemplazos 

van a buscar sus tumbas.

Los que tienen la pasta, ésos volverán,
ya que por ellos morimos.
Pero se terminó, y los soldados
vamos todos a ponernos en huelga. 


Os tocará a vosotros, señores gordos,
subiros a la meseta.
Porque si queréis hacer la guerra,
pagadla con vuestra piel...


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