viernes, 24 de marzo de 2017

ECOS DE SOCIEDAD.


¿Cuál es el factor que permite a las sociedades evitar la dominación y la autoridad coercitiva?.
Un estudio realizado por Christopher Boehm, examinando docenas de sociedades igualitarias en todos los continentes, incluyendo a los pueblos que vivían como cazadores-recolectores, horticultores, agricultores y pastores, encontró que el factor común es un deseo consciente de permanecer igualitarios: una cultura antiautoritaria. 
«La causa principal y más inmediata del comportamiento igualitario es una determinación moral por parte del grupo y de los principales actores políticos locales, de que ninguno de sus miembros se debe permitir dominar a los otros». 
En lugar de que la cultura esté determinada por las condiciones materiales, es la cultura la que da forma a las estructuras sociales que reproducen las condiciones materiales del grupo.

Hace medio siglo, el antropólogo Pierre Clastres concluyó que las sociedades sin Estado y anti-autoritarias que estudió en América del Sur no fueron reductos de una época primordial, como otros occidentales habían asumido. Sostuvo que, por el contrario, estaban muy conscientes de la posible aparición del Estado, y se organizaban para prevenirlo. 
Resulta que muchas de ellas eran, de hecho, sociedades post-estatales fundadas por refugiados y rebeldes que habían huído o derrocado Estados anteriores. 
Del mismo modo, el anarquista Peter Lamborn Wilson tiene la hipótesis de que las sociedades anti-autoritarias en el este de América del Norte se formaron en resistencia a las sociedades jerárquicas de los constructores de montículos de Hopewell, y la investigación reciente parece confirmarlo. 
Lo que otros habían interpretado como etnias ahistóricas fueron el resultado final de movimientos políticos.

En determinadas situaciones, alguna forma de liderazgo es inevitable, ya que algunas personas tienen más habilidades o personalidades más carismáticas que otras. Las sociedades igualitarias responden conscientemente a estas situaciones al no institucionalizar la posición de líder, no proporcionándole al líder ningún privilegio especial, o mediante el fomento de una cultura que haga que sea vergonzoso para esa persona hacer alarde de su liderazgo o tratar de ganar poder sobre los demás.
Por otra parte, las posiciones de liderazgo cambian de una situación a otra, dependen de las habilidades necesarias para la tarea en cuestión. Los líderes durante una cacería son diferentes de los líderes en la construcción de viviendas o en las ceremonias. Si una persona en un papel de liderazgo trata de obtener más poder o dominar a sus compañeros, el resto del grupo cuenta con «mecanismos de nivelación intencional»: comportamientos intencionales de llevar al líder de vuelta a la tierra. 
Por ejemplo, entre muchas sociedades cazadoras-recolectoras anti-autoritarias, el cazador más hábil en una banda se enfrenta a la crítica y al ridículo si pretende alardear y usar sus talentos para reforzar su ego y no para el beneficio de todo el grupo. 

Peter Gelderloos.

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