sábado, 24 de septiembre de 2016

ECOS DE SOCIEDAD.


Claro que no estamos en el Paraíso, y que vivimos en un mundo de límites y de represión del deseo, de todo tipo de apetencias y de deseos. Pero se trata de si mi cuerpo también está preso de esos límites y no es capaz ni siquiera de sentir el amor complaciente. 
Lo peor es que nos sometemos a los límites como si eso fuera lo propio de la vida, y como si eso fuera lo importante para nosotr@s, sin buscar ni pretender otra cosa, cerrando el paso en nuestro interior a nuestra producción deseante, a nuestro deseo de complacencia, y por tanto a nuestro propio bienestar y al de nuestros seres más queridos.


Hay una forma de reconocer en nuestro interior este cambio de la complacencia por la dominación. Si en verdad amamos a nuestra criatura y no podemos complacerla, tendríamos que sentir su frustración como si fuera nuestra propia frustración. Es decir, que el amor verdadero hacia la criatura se reconoce porque cuando no podemos complacerla, sentimos la frustración con ella. 
Entonces esta frustración nuestra sería la prueba o el síntoma de que seguimos manteniendo el amor primario. Pero si la frustración de la criatura no la sentimos como nuestra, querrá decir que el Poder que detentamos ha empezado ya a corromper y a transformar nuestro amor por ella.

Casilda Rodrigáñez. 

jueves, 22 de septiembre de 2016

BROMAS ANTIGUAS.


BROMAS MODERNAS.


Parece que la revolución bolchevique en Rusia es en realidad una transacción financiera con el objetivo de transferir enormes riquezas rusas hasta los bancos europeos y americanos.

New York Herald Tribune.




El problema era cómo permitir que los comunistas chinos tomaran el poder sin que pareciera que los Estados Unidos los pusimos allí.

Owen Latimore. Departamento de Estado.

martes, 20 de septiembre de 2016


INFORMATIVOS.


En oposición a quienes preconizan que el Estado “nos salva” del capitalismo, los hechos muestran que es el capitalismo quien resulta ser salvado por el Estado, a nuestra costa y contra nosotros. Éste hace que aquél sobreviva y engorde artificialmente. 
Por tanto, cuando más vigoroso sea el ente estatal, cuando más lejos lleve su poder para extraer riqueza y succionar impuestos, más poderoso y seguro será el capitalismo privado, que de ninguna manera puede existir al margen del Estado.

Félix Rodrigo Mora.




La defensa de los sistemas jerárquicos, las fronteras y las propiedades, en la que aún se empeñan algunos especímenes humanos, es una manifestación de comportamiento animal y, desde la perspectiva de la moral humana, una perversión. 
Las relaciones sociales y técnicas de las comunidades humanas deben fomentar el abandono paulatino de estos vestigios de animalidad que inciden de manera negativa en el comportamiento organizativo de nuestra especie.

Carbonell, E. y Sala, R. Aún No Somos Humanos.




viernes, 16 de septiembre de 2016

GANADERÍA.


La Escuela (pública, moderna) surge en el siglo XIX para resolver un problema de orden público, para amoldar el material humano a las exigencias de la producción (la fábrica) y de la política(la democracia). Reforma moral de la población, tendente a forjar ’buenos obreros’ y ’buenos ciudadanos’: ese fue su objeto. 

A partir de entonces, se abre una fisura descomunal, un hiato mayúsculo, en la historia de la transmisión del saber y de los procedimientos socializadores: se decreta la reclusión forzosa de la niñez y de la juventud, su aherrojamiento educativo. 
Desde esa hora y hasta hoy mismo, el estudiante se define como un prisionero a tiempo parcial.

Pedro Garcia Olivo.

miércoles, 14 de septiembre de 2016


GANADERÍA.


"La era tecnotrónica implica el surgimiento gradual de una sociedad más controlada. Una sociedad semejante quedará dominada por una élite sin ataduras con los valores tradicionales. Pronto será posible imponer esquemas de vigilancia casi permanentes sobre cada ciudadano… La tendencia pareciera ser hacia lograr el apoyo agregado de millones de ciudadanos descoordinados entre sí y fácilmente controlables".

Zbigniew Brzezinski, “Entre dos edades: el rol de los Estados Unidos en la era tecnotrónica”. 1970.









Mucho se estudia el impacto de la contaminación electromagnética en la salud. Pero hay una dimensión más subjetiva: su influencia en los vínculos afectivos, la empatía o la capacidad de diálogo de las personas: El “efecto aturdimiento”, un factor disruptivo que desorganiza la sociedad.



Hay pocas voces discordantes sobre los beneficios de las telecomunicaciones inalámbricas. Yo sostengo que, tal cual están diseñadas, son un potente factor disruptivo, que crea más problemas de los que resuelve. Una exposición masiva a ondas  electromagnéticas de alta frecuencia genera todo tipo de trastornos y cambios conductuales en la sociedad.
La salud pública es cada vez más frágil, y era previsible que sucediera. El barrido permanente de las microondas sobre nuestros sistemas biológicos, equivalente a millones de veces la radiación del entorno natural, provoca un estrés metabólico que nos vuelve enfermizos, con bajas defensas y vitalidad disminuida.

La decisión de expandir sin control las tecnologías inalámbricas es paralela al diseño de una sociedad medicada, una sociedad de ciudadanos crónicamente enfermos y cansados, tributarios permanentes de la industria farmacéutica.
En miles de estudios en todas partes del mundo se documenta la epidemia de fatiga crónica, cáncer y leucemia, enfermedades autoinmunes y degenerativas, insomnio y una larguísima lista de trastornos entre los quienes viven en las cercanías de un mástil de telefonía móvil. El índice de enfermedades desciende a medida que la población vive más lejos. Pero el índice global en la localidad aumenta a medida que se incrementan las emisiones, con “picos” de trastornos en la salud pública cada vez que un nuevo mástil de telefonía móvil se instala.

Otros indicadores globales: los brotes de “síndrome de fatiga crónica” se hicieron masivos en los 80 en aquellos países que comenzaron a desplegar su red de telefonía celular. Al mismo tiempo, hoy en día éstas y otras enfermedades se muestran prácticamente ausentes en países que casi no la desplegaron, como Myanmar, Nepal, Bhutan y Laos.



El ciudadano disfuncional

El impacto sobre la salud tiene variables mensurables. Podemos contabilizar casos médicos, tratar con diagnósticos y síntomas “objetivos”, sin embargo, hay una dimensión más subjetiva, mucho más difícil de abordar pero no menos importante: ¿Cómo medir la influencia del bombardero inalámbrico en variables como los vínculos afectivos, la agresividad, o la capacidad de diálogo de las personas?.

La exposición a campos puede afectar severamente a los neurotransmisores, y con ello, a los sentimientos de bienestar y empatía, el carácter y la vitalidad en general.
Algunos documentos lo describen como “aturdimiento”. Las personas se sienten irritables, experimentan confusión y dificultades para concentrarse, por eso un ambiente irradiado converge con otras tendencias en el diseño de una sociedad de relaciones frágiles y fricción creciente.

Este efecto global es más fácil de visualizar a través de “la metáfora de la colmena”. El biólogo alemán Ulrich Warkne, que estudia hace décadas el comportamiento social de las abejas, describe lo que sucede en una comunidad de abejas cuando se la expone a un campo electromagnético. “La temperatura de la colonia se eleva considerablemente. La defensa del territorio social aumenta de forma descontrolada hasta el punto de que unos individuos pueden matar a otros. Ya no se reconocen entre ellos…”. 

Después de unos días expuestas al campo, las abejas pierden sus roles, el trabajo social se desorganiza, muchas abandonan la colmena y la comunidad se destruye en el caos generalizado.

La metáfora de la colmena nos sugiere la sutil influencia que un discreto bombardeo inalámbrico, desde múltiples dispositivos, puede tener sobre la vida de millones de personas. Imaginemos pequeñas alteraciones, casi imperceptibles, que se combinan y se retroalimentan, y se traducen en conflictos que crecen, grupos que se desorganizan y personas que se aíslan unas de otras.

En términos hipotéticos, el resultado de un incremento de microondas crearía ciudadanos menos dialógicos y más confrontativos, menos colaborativos y más competitivos, menos creativos y más mecánicos, menos amorosos y más egoístas. ¿Hay algo de este panorama en la sociedad actual? ¿Somos abejas crecientemente irritadas en un caldo electromagnético cada vez más potente?
Hasta ahora, estudiando el crecimiento de enfermedades conectadas con la contaminación electromagnética, hemos descubierto claros vínculos entre el incremento de las emisiones, y la propagación de ciertos síntomas y patologías. ¿Qué pasa si estudiamos las mismas variables conectadas con el incremento del divorcio, la fragmentación política o la incomunicación doméstica? Tal vez los aparatos que creemos tan esenciales para comunicarnos, en realidad interfieren en una efectiva comunicación con nuestros semejantes.



Hace algunos años se realizaron observaciones de campo en Mercedes, Buenos Aires, una ciudad que yo considero altamente irradiada por su concentración de mástiles en el centro, en una llanura donde las ondas no tienen ningún obstáculo natural que las amortigüe. Aquí me encuentro frecuentemente a personas con algún síntoma del “ciudadano irradiado”:
- Es víctima de cambios abruptos del humor, brotes de tristeza inexplicables, desinterés y baja energía.
- Es presa fácil de conductas adictivas que le generan un leve disconfort que no sabe de dónde viene.
- Su creatividad natural es aplastada por un sentimiento de pereza.
- Tiene fatiga crónica. Se despierta a menudo por la noche. Se levanta como si no hubiera descansado.
- Muchas personas no alcanzan a enfermarse en el sentido médico de la palabra, pero se vuelven “ciudadanos disfuncionales”: trabajadores descuidados y carentes de compromiso, o estudiantes desmotivados con dificultades cognitivas.


No se trata de una relación lineal. Por supuesto que estos síntomas también se explican en otros factores. Pero el bombardeo inalámbrico le aporta sinergia al proceso. 

Porque algo emerge claramente después de muchas décadas de  estudio de los efectos de un bombardeo inalámbrico: si usted quiere desorganizar a un grupo o una sociedad, irrádiela. Obtendrá una bajada en la vitalidad y en la salud general de la gente, habrá mayor desconfianza interpersonal, brotes de conflictividad y rispideces. Los vínculos sociales y comunitarios se harán más frágiles. Los acuerdos serán más difíciles y menos duraderos.


Claudio Fabian Guevara. Irradiados & Irritados: La sutil influencia del bombardeo inalámbrico.

viernes, 9 de septiembre de 2016

ECOS DE SOCIEDAD.


Las sociedades primitivas son sociedades sin Estado: este juicio, exacto en sí mismo, disimula en realidad una opinión, un juicio de valor que grava desde el principio la posibilidad de constituir una antropología política en tanto que ciencia rigurosa.

Lo que en realidad se enuncia es que las sociedades primitivas están privadas de algo (el Estado)­, que les es, como a toda otra sociedad, la nuestra por ejemplo, necesario. Estas sociedades serían pues, incompletas. No son en realidad verdaderas sociedades, ­no son civi­lizada, subsisten experimentando una caren­cia (carencia del Estado) que intentarían, siempre en vano, lle­nar. 

Más o menos confusamente eso es lo que dicen las crónicas de los viajeros o los trabajos de los investigadores: es imposible pen­sar la sociedad sin el Estado. El Estado es el destino de toda socie­dad. 
En esta actitud se revela un fondo etnocéntrico, tanto más só­lido cuanto que es a menudo inconsciente. La referencia inmedia­ta, espontánea, es, si no lo más conocido, en todo caso lo más fa­miliar. 
Cada uno de nosotros lleva efectivamente en sí, interiori­zada como la fe del creyente, la certidumbre de que la sociedad es pa­ra el Estado.

Pierre Clastres La sociedad contra el Estado.

jueves, 8 de septiembre de 2016


CITAS.


U.G. Krishnamurti.- La intención al estudiar las vidas o las biografías de las personas que crees que estaban iluminadas es encontrar la clave de lo que les pasó para poder usar cualquier técnica que ellos hayan usado y así hacer que te ocurra lo mismo. Eso es lo que quieres. Y esas personas te dan algunas técnicas espirituales, una serie de métodos que no funcionan en absoluto. Crean la esperanza de que algún día te ocurrirá a ti. Pero no te ocurrirá nunca. 

Hay una cosa que resalto continuamente: estas cosas no ocurren por lo que haces o dejas de hacer. Y la razón por la que le ocurre a un individuo y no a otro..., esa pregunta no tiene respuesta. Te aseguro que no es que ese hombre se haya preparado, o que se haya purificado para recibir este tipo de cosa. Es al revés. Algo que te golpea. Pero golpea al azar. Es como el rayo: golpea al azar. Cae al azar. No tiene causa. 


Toda esa seriedad respecto al objetivo espiritual... Déjame decirte que todo ese desear no lleva a ninguna parte. Y yo no tengo nada que dar. No hace falta tomarse todo esto tan en serio. ¿Qué sentido tiene tomarse este tema en serio? Ya hemos dicho suficiente. Encantado de conocerte.


 - Gracias.

U.G.- ¿De dónde eres?

- De Bélgica.

U.G.- Me encanta Bélgica. Me gusta el chocolate que hacen.



miércoles, 7 de septiembre de 2016


CITAS.


Nada de lo que se diga de mí, lo Soy.

Mirar con interés para ver y comprender.

Nadie puede manejar bien aquello con lo que está identificado.

Yo soy más yo, allí donde soy Inteligencia, soy Voluntad y soy Amor. Y eso que soy, lo soy como un punto focal de algo más grande.

Mientras vivas en lo que sientes, mal. Vive en lo que Eres detrás de lo que sientes.

Tú ya eres la Realidad que eres. Tú ya estás realizado. El problema está en que no te lo crees, pues tú crees ser algo o alguien: Margarita, José, etc.

Una clave importante: no vivamos el cómo soy; busquemos qué soy; y después, quién soy.

Es un doble trabajo: ver lo que no eres y vivir lo que sí eres. Sin forzar, sin exigencia. La exigencia debe estar en Ser, no en intentar cambiar los modos. Cada momento estará asociado a su modo.

En la medida que descubro lo que Soy, veo también lo que no soy. Entonces adquiero poder sobre esto que no soy (el “personaje” o una serie de ellos).

No es correcto decir “yo tengo inteligencia” o “yo tengo voluntad”; lo correcto es “la Inteligencia que funciona a través mío” o “la Voluntad que funciona a través de mí”.


Antonio Blay.



domingo, 4 de septiembre de 2016

SÍNTOMAS DEL KALIYUGA.


Se da la curiosa circunstancia de que los poderes públicos y privados parecen coincidir en el común empeño de anularnos como personas.


MAPA ORIENTATIVO.


Hay rituales para liberar y otros rituales para generar o mantener dependencias y control social (casi todos).

viernes, 2 de septiembre de 2016


ANTROPOMANÍAS.


El temor a los posibles castigos que podían ser infligidos por dioses descontentos condujo al hombre a realizar sacrificios humanos, pues ninguna víctima podía ser más apreciada por las divinidades que sus propios hijos, hechos a su imagen y semejanza. Por ello, los sacrificios humanos fueron frecuentes en muchas culturas de la Antigüedad.


En las más antiguas civilizaciones del Próximo y Lejano Oriente ya están presentes todas las formas de sacrificios humanos: el enterramiento de niños vivos para proteger y consagrar edificios, la ofrenda de prisioneros a los dioses de la guerra, el ahogamiento de doncellas para honrar a los dioses de los ríos, los sacrificios para conjurar alguna calamidad de la Naturaleza o para borrar pecados, los sacrificios humanos para proveer al rey muerto de servidores que le atendieran en el más allá y, sobre todo, las ofrendas anuales a los dioses de quienes dependían las buenas cosechas o una caza abundante.

Los escitas (que habitaron al norte del mar Negro y del
Cáucaso) mataban a todos los cocineros, a los mozos de caballos, a los criados reales, a sus mejores caballos y a numerosos jóvenes para que acompañaran al difunto rey en el Más Allá. 
También, según Heródoto, sacrificaban regularmente a uno de cada 100 prisioneros capturados en el campo de batalla.
 En 1927, durante las excavaciones efectuadas en la ciudad de Ur de Caldea, a unos 200 kilómetros de la antigua Babilonia, se encontraron en las tumbas de sus reyes otros cadáveres pertenecientes a soldados y servidores, datados en 3000 a.C.

Los chinos, durante la última parte del segundo milenio a.C., sacrificaban a miles de personas en cada funeral real. La práctica fue prohibida por los Tcheu (1023-257 a.C.), por lo que las personas y animales auténticos fueron sustituidos por figuras de cerámica. 
En el 210 a.C., a la muerte del emperador Ts´in Che-Huang-Ti, 6.000 estatuas que representaban soldados y caballos fueron enterradas cerca de su sepulcro.



Julio César, en su Comentario a la Guerra de las Galias
describió los sacrificios humanos de los druidas celtas:


"Ciertos poblados tienen maniquíes de proporciones colosales hechos de mimbre, que se llenan con hombres vivos y luego se les prende fuego y los hombres son presa de las llamas. El suplicio de aquellos que han sido
sorprendidos en delito flagrante por robo o bandolerismo o después de haber cometido algún crimen es juzgado más placentero para los dioses. pero cuando no existen suficientes víctimas de este tipo, no temen sacrificar a inocentes".


Estas víctimas eran inmoladas en honor a Taranis, dios del cielo y del trueno. Para honrar a Tutatis, dios de la guerra, se ahogaba a seres humanos en un barril de agua. Esus exigía que se ahorcara a sus ofrendas de seres humanos.


Manuel Moros Peña. Historia natural del canibalismo.

jueves, 1 de septiembre de 2016


PREGUNTANDO SE VA A ROMA.


Por qué existen los rituales?.  Quién  los ha inventado?.  A quién sirven?.  Para qué  sirven?.  Son necesarios?.  Para quién o para quiénes?...