martes, 28 de junio de 2016

GANADERÍA.


Era tradicional que las monarquías utilizaran el sentimiento religioso como acicate al valor y disciplina de los soldados. Privado del culto católico, el ejército francés del periodo napoleónico utilizó el culto patriótico. 

En la batalla de Valmy, los oficiales habían comprobado como el grito ¡Viva la Nación! producía en los soldados notable entusiasmo. Tras varios años de guerras patrióticas se constituyó el espíritu militar francés, capaz de superar con ventaja los sentimientos despertados por las antiguas ideas de “los soldados al servicio de la Religión y el Trono”. 
La ideología militar francesa se basó en exaltados sentimientos de amor a la Francia revolucionaria, adhesión a Napoleón y culto al honor, fermentado por los antiguos militares que nutrieron los primeros cuadros de 1789. El entusiasmo fanático se fomentó en los ritos militares y civiles. Cualquier fiesta cívica motivaba un desfile militar, que presentaba a los soldados el sentimiento de la propia importancia y a los paisanos les vinculaba a los conceptos de la Francia oficial.

La actitud entusiasta servía también para integrar a los reclutas belgas, holandeses, italianos, hamburgueses... que las sucesivas anexiones convertían en soldados de Francia. El entusiasmo era necesario para soportar la vida de los errabundos militares del imperio.

Gabriel Cardona. Historia del ejército.

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