lunes, 12 de octubre de 2015

GRANDES PROYECTOS DE AYER Y DE HOY.


El Estado tiene en su propia esencia una estructura militar jerárquica, y ese es el modelo aplicable a la fábrica industrial-ejército, al hospital-fábrica o al colegio-ejército.

Los poderosos tienen el dinero para investigar y dirigen la investigación o las políticas en cada momento hacia sus propios intereses de clase, a crear nuevas necesidades sin preocuparse por los efectos a medio y largo plazo. 


Por otro lado, las estrategias empresariales o políticas, inspiradas siempre en el campo militar, no son monopolio de las élites. 
Cualquier pequeña empresa o proyecto personal tiene que aplicar las mismas reglas si quiere participar en el juego.
El pensamiento imperialista y domesticador busca el control total sobre la vida, y la industrialización condiciona, a su vez, la forma en la que esto se lleva a cabo.

Es más viejo que el toser ... No tiene nada de extraño ni maravilloso.
 

Blog Astillas de realidad.





El tipo de estrategias utilizadas por el poder no sólo afectan a los sometidos a corto plazo, sino que, a la larga, afectan también a las futuras generaciones de las clases dominantes, las cuales no pueden escapar del ambiente de degradación social creado por sus predecesores. Una degradación que se irá agudizando con el paso de los años con las nuevas estrategias empleadas por los nuevos y degradados dominadores para mantener su posición. 

Este círculo vicioso (cuyo motor es el ansia de poder) sólo puede terminar precipitando al vacío al actual orden social, un acontecimiento para el que no creo que falte ya mucho tiempo, basta para ello con observar la ramplonería y mediocridad de los nuevos "líderes".

Conspiración Abierta. Blog.





En el presente, la descomunal, irracional e intolerable concentración de poder en los Estados y en las grandes empresas, que está en la base del preocupante fenómeno de la mundialización (o globalización), permite a los nuevos poderes tiránicos, estatales y empresariales, manipular, esto es, destruir para rehacer a un nivel muy inferior, según sus intereses más decisivos, al ser humano común de forma múltiple y constante.

Busca irle despojando, una tras otra, de sus capacidades, para convertirlo en un ente anulado y un ser nada. La respuesta a tan monstruoso proyecto estratégico, que se propone reducir a la persona a la categoría de sumisa mano de obra y dócil contribuyente a las arcas del Estado, está llevando a un colapso sin precedentes históricos de lo humano, a la construcción programada desde arriba de sujetos posthumanos, esto es, subhumanos.

Félix Rodrigo Mora.

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