jueves, 19 de febrero de 2015

TECNOLAND.

En unos años seremos capaces de descargar apps directamente en nuestros cerebros, los nanobots nadarán a través del torrente sanguíneo, diagnosticando enfermedades y librándonos de coágulos malignos como si se tratara de una policía de la sangre. 
Los implantes de retina devolverán la vista a los ciegos, además de permitirnos echar un ojo a los microprocesos que tienen lugar al interior de nuestro propio cuerpo. 
Como dijo Raik-Allen en 2015, “100 millones de nodos [en la retina] no son tantos. En 25 años, el poder de procesamiento de un smartphone probablemente estará condensado en el tamaño de una célula de sangre.”

Pijamasurf.

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