miércoles, 19 de febrero de 2014

ROMANZA.


Te amaré
como mucho hasta mañana,
cegado por la vana estela del deseo.

Pondré en un parpadeo
tu amor en cuarentena
con luz de luna llena
y tormenta de abril.

Sembraré tu camino
de peces de colores
y espinas de las flores
que cuido para tí

No añoro el frenesí
ni escapo a la condena 
de llevar la cadena
por tiempo indefinido,
ni sucumbo al olvido
de la breve marea
que todo lo estropea
y se va tan tranquila.

Resumiendo,mi vida,
lloraré algún minuto
mientras pienso en el fruto
de tu amor baldío
con cuerpo de rocío,
y alma de tormenta,
sin tener en cuenta
la escarcha que a deshora
marchitó la amapola
al pie del corazón,
con risas  de veneno
y estanques desecados,
robados por los hados
con prisas del adiós.

Romperé tu figura
desde alguna azotea
donde el cielo sea
techumbre y espejo,
vela y aparejo
de barcos perdidos
en mares inciertos
donde amarren yertos
tu pecho y el mío.

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