viernes, 13 de mayo de 2011

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'Patriarcado' y 'esclavitud' designan una misma civilización, la nuestra; el primer término, pone el acento en la perspectiva de la dominación del hombre sobre la mujer, el segundo en la dominación de las castas o clases autoproclamadas superiores sobre las proclamadas inferiores. Es preciso utilizar los dos términos (esclavitud y patriarcado) pues mucha gente no sabe que ambas cosas están asociadas y van juntas (en su origen, en su desarrollo y en su mantenimiento). La sociedad esclavista se levantó después que el hombre dominó y sometió a la mujer dentro de los grupos familiares ('ario' en sánscrito significa al mismo tiempo 'noble' y 'amo de casa'), ejecutando lo que se ha llamado el matricidio primitivo, acabando con las estructuras grupales de las sociedades maternales.
Aunque la esclavitud se 'abolió' formalmente hace relativamente poco,se perpetúa en nuestros tiempos bajo la cobertura de diferentes eufemismos que mantienen un régimen de sumisión inconsciente. En cuanto al 'Patriarcado', nunca ha llegado ni siquiera a ser formalmente condenado.
Ahora nos amenaza un nuevo orden diseñado en el siglo pasado por las élites dominantes, formada por los políticos del eje nazi y los magnates del Poder económico mundial que se alzó con la victoria de la II Guerra Mundial. El objetivo de esta estrategia era y es el de atajar de una vez por todas los movimientos de liberación que en el siglo XIX habían comenzado a proliferar. Como no podían ni pueden proclamar abiertamente que su fin es el mantenimiento de sus privilegios y el control de toda la población mundial, inventaron toda clase de peligros y de enemigos para azuzar el fratricidio, justificar la guerra y la represión; y lo hicieron y lo siguen haciendo, corrompiendo por dentro los movimientos de liberación, y propagando el engaño, la crispación y el fanatismo.
El nuevo orden mundial comportará, está comportando ya, una mayor desvitalización de cada ser humano y una destrucción de los pocos espacios que quedan de libertad. No obstante,estoy convencida de que las cualidades de la vida en general y de la vida humana en particular, permiten una recuperación y la salida de esta noche tenebrosa, como calificaron algunos autores (Joyce, Campbell...) esta civilización.
Detrás de la discusión sobre las religiones originarias que acompañaron el establecimiento de la sociedad patriarcal, en realidad subyace la estrategia del fascismo moderno que reivindica la bandera de las religiones solares del Patriarcado primitivo totalitario. Esta es la razón de su empeño en cambiar la historia y asociar el surgimiento del Patriarcado y de la esclavitud con las religiones monoteístas posteriores. Las primeras oleadas de ejércitos patriarcales indo-germanos (posteriormente llamados o indo-europeos) que asolaron a la Vieja Europa están datadas del 4.300 a.c.; que yo sepa es el primer registro histórico de la existencia de un pueblo patriarcal, y desde luego es muy anterior a las religiones monoteístas. Varios reyes de la Grecia patriarcal y politeísta formaron un poderoso ejército que asoló hacia el 1.500-1.100 a.c., uno de los últimos reductos de la matrística: Troya. Y el imperio romano no se hizo monoteísta hasta el 313 d.c., si no recuerdo mal, y para entonces ya llevaban siglos de patriarcado devastador. Las religiones monoteístas no hicieron sino acomodar las creencias a las nuevas necesidades.

Casilda Rodrigáñez .

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